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viernes, 20 de diciembre de 2019
martes, 10 de diciembre de 2019
TEORÍA ASIÁTICA
Teoría asiática de Aleš Hrdlička
La teoría asiática o teoría monogenista asiática es una teoría científica que propone que el origen común para todas las razas humanas es el actual continente asiático. El autor y principal defensor de esta teoría fue Aleš Hrdlička (1869-1943), antropólogo de origen checo asentado en Estados Unidos a principios del siglo XX, quien sostuvo que los primeros pobladores del continente americano entraron desde Asia por el Estrecho de Bering -entre Siberia y Alaska-.
Esta teoría monogenista asiática se contrapone con la teoría autoctonista promovida por Florentino Amenghino (1854-1911). Amenghino, apoyado por los estudios científicos de Charles Darwin, sostenía que el hombre americano se originó en este continente como producto de una evolución propia o autóctona y que de ésta se originaron el resto de las razas. Esto lo planteó en 1890 basándose en restos óseos encontrados y que los adjudicó a la Era Terciaria.
Uno de los principales detractores de la teoría autoctonista fue precisamente Hrdlička, quien fue llamado junto con otros sabios de la época para conocer y opinar sobre ésta. Finalmente se concluyó que los restos humanos sobre los cuales apoyó Amenghino sus investigaciones, no eran en realidad tan antiguos.
Debido al auge del pensamiento evolutivo a finales del siglo XIX, la teoría asiática ganó adeptos, muchos de los cuales creían que el famoso “eslabón perdido” se encontraba en Asia.
Fundamentos de la teoría asiática
Aleš Hrdlička tomó en consideración muchos elementos para fundamentar su teoría. Los más sólidos fueron:
- Fundamento geográfico: la cercanía del continente asiático con el americano.
- Fundamento etnológico: características comunes entre los indígenas de toda América que suponen un origen común, como por ejemplo, el uso de lenguajes poli sintéticos y aglutinantes (lenguas que aglutinan en una sola palabra varios significados o ideas compuestas).
- Fundamento antropológico:similitudes físicas de los habitantes de ambos continentes, entre las que se destacan los pómulos salientes, dientes en forma de pala, poca vellosidad facial y corporal, el color de la piel y los ojos, la forma y grosor del cabello.
Otro rasgo físico a tener en cuenta es la llamada brida mongólica (pliegue cutáneo del párpado superior que se extiende hacia adentro, tapando el lagrimal), distintiva de los asiáticos, así como también de los aborígenes americanos.
Según la teoría asiática, el paso de los pobladores asiáticos al continente americano se realizó a fines del período Pleistoceno, cuando se produjo un considerable descenso del nivel del mar (Glaciación de Wisconsin) que dejó más de 1.800 kilómetros libres de agua, permitiendo una migración a pie.
TEORÍA AUTOCTONISTA
Teoría Autoctonista (Florentino Ameghino)
TEORÍA AUTOCONISTA: Teoría propuesta por por el paleontólogo argentino Florentino Ameghino, esta teoría considerada que el hombre americano es originario de las pampas argentinas y que los restos encontrados eran pertenecientes al mioceno de la era terciaria.
1. Datos generales
Teoría Asiática:
✍ Autor: Florentino Ameghino, paleontólogo argentino (1854 - 1911).
✍ Carácter: Monogenista (un sólo origen para la especie humana)
✍ Plantea que el hombre americano es originario de las pampas argentinas.
✍ América es la cuna de la humanidad.
✍ Teoría monogenista (un sólo origen para el ser humano).
✍ Sus pruebas fueron restos óseos (fémur, vértebras, segmentos de cráneo) pertenecientes al mioceno de la era terciaria.
✍ Sostiene también la inmigración a otros continentes a través de puentes intercontinentales.
✍ Obra: Orígenes del hombre de la plata.
✍ Alex Hrdlicka demostró que los restos óseos eran de la era cuaternaria, que fueron prefabricados, que los puentes intercontinentales jamás existieron, que no todos los restos eran humanos.
✍ Carácter: Monogenista (un sólo origen para la especie humana)
✍ Plantea que el hombre americano es originario de las pampas argentinas.
✍ América es la cuna de la humanidad.
✍ Teoría monogenista (un sólo origen para el ser humano).
✍ Sus pruebas fueron restos óseos (fémur, vértebras, segmentos de cráneo) pertenecientes al mioceno de la era terciaria.
✍ Sostiene también la inmigración a otros continentes a través de puentes intercontinentales.
✍ Obra: Orígenes del hombre de la plata.
✍ Alex Hrdlicka demostró que los restos óseos eran de la era cuaternaria, que fueron prefabricados, que los puentes intercontinentales jamás existieron, que no todos los restos eran humanos.
2. Características de la teoría autoctonista
Principales características de la autoctonista:
A. Planteamiento de la teoría autoctonista:
✍ El hombre americano es oriundo de América del Sur.
✍ Lugar: Aparece específicamente en las Pampas Argentinas.
✍ Era terciaria o cenozoica.
✍ Antigüedad: Más de 2 millones de años.
✍ El hombre americano es oriundo de América del Sur.
✍ Lugar: Aparece específicamente en las Pampas Argentinas.
✍ Era terciaria o cenozoica.
✍ Antigüedad: Más de 2 millones de años.
B. Fundamentación de la teoría autoctonista:
Según Florentino Ameghino:
✍ Los orígenes humanos estaban en ciertos planoangulados, los que, al desplazarse hambrientos y errantes por la pampa Argentina, se verán forzados a erguirse sobre sus extremidades posteriores para así explorar mejor el horizonte y localizar sus alimentos, deviniendo progresivamente en el denominado “Homo Pampeanus” (hombre de la pampa).
✍ Según Florentino Ameghino, los restos fósiles de su “Homus Pampeanus” se habían hallado en estratos geológicos de la era Terciaria, cuestionando de este modo el origen cuaternario del hombre.
✍ Ameghino concluye su fundamento afirmando que el hombre americano es autóctono de América y que el continente americano sería la “cuna del género humano”.
✍ Además Ameghino sostuvo que del “Homo Pampeanus” descendía el “Hombre de Neandertal”, descartando la posibilidad de la existencia de “Puentes Intercontinentales” que intercomunicaba el continente americano con África.
Según Florentino Ameghino:
✍ Los orígenes humanos estaban en ciertos planoangulados, los que, al desplazarse hambrientos y errantes por la pampa Argentina, se verán forzados a erguirse sobre sus extremidades posteriores para así explorar mejor el horizonte y localizar sus alimentos, deviniendo progresivamente en el denominado “Homo Pampeanus” (hombre de la pampa).
✍ Según Florentino Ameghino, los restos fósiles de su “Homus Pampeanus” se habían hallado en estratos geológicos de la era Terciaria, cuestionando de este modo el origen cuaternario del hombre.
✍ Ameghino concluye su fundamento afirmando que el hombre americano es autóctono de América y que el continente americano sería la “cuna del género humano”.
✍ Además Ameghino sostuvo que del “Homo Pampeanus” descendía el “Hombre de Neandertal”, descartando la posibilidad de la existencia de “Puentes Intercontinentales” que intercomunicaba el continente americano con África.
C. Crítica a la teoría autoctonista:
La teoría autoctonista fue refutada por la teoría inmigracionista de Alex Hrdlicka, demostrando que:
1º Critica: Los estratos geológicos hallados por Ameghino pertenecían a la capa geológica de la era cuaternaria.
2º Critica: Los restos óseos fosilizados correspondían a monos platirrinos, smilodontes y mastodontes, además de algunas osamentas de hombres recientes.
3º Critica: Jamás existieron los llamados puentes terrestres intercontinentales.
La teoría autoctonista fue refutada por la teoría inmigracionista de Alex Hrdlicka, demostrando que:
1º Critica: Los estratos geológicos hallados por Ameghino pertenecían a la capa geológica de la era cuaternaria.
2º Critica: Los restos óseos fosilizados correspondían a monos platirrinos, smilodontes y mastodontes, además de algunas osamentas de hombres recientes.
3º Critica: Jamás existieron los llamados puentes terrestres intercontinentales.
D. Planteamiento de Eugenio Dubois:
✍ En la misma época en que Florentino Ameghino planteaba la teoría autoctonista, Eugenio Dubois, médico holandés, sostenía en 1891 que la humanidad se originó a partir del “Pitecanthropus Erectus”.
✍ El Pitecanthropus Erectus se remontaba hacia 900.000 años (era cuaternaria).
✍ La posición de Eugenio Dubois difería totalmente con la teoría autoctonista sostenido por Ameghino.
✍ En la misma época en que Florentino Ameghino planteaba la teoría autoctonista, Eugenio Dubois, médico holandés, sostenía en 1891 que la humanidad se originó a partir del “Pitecanthropus Erectus”.
✍ El Pitecanthropus Erectus se remontaba hacia 900.000 años (era cuaternaria).
✍ La posición de Eugenio Dubois difería totalmente con la teoría autoctonista sostenido por Ameghino.
TEORÍA AUSTRALIANA
Teoría Australiana
Teoría propuesta por Mendes Correia, plantea que los australoides habrían navegado en balsas hasta Tasmania, atravesando las islas Auckland hasta la Antártida, aprovechando un “óptimun climáticus” para luego asentarse en Tierra del Fuego y Patagonia.
1. Datos generales
Teoría Australiana:
✍ Denominación: Teoría Australiana.
✍ Autor: Antonio Augusto Esteves Mendes Correa (antropólogo).
✍ Nacionalidad: Portugués.
✍ Planteó: Que los nativos australianos poblaron América por el sur del continente, después de atravesar la Antártida.
✍ Autor: Antonio Augusto Esteves Mendes Correa (antropólogo).
✍ Nacionalidad: Portugués.
✍ Planteó: Que los nativos australianos poblaron América por el sur del continente, después de atravesar la Antártida.
2. Planteamiento
Planteamiento de la Teoría Australiana:
✍ Mendes Correa plantea que los primeros inmigrantes que llegaron a América habrían sido australoides.
✍ Ruta: Los australoides, luego de atravesar la Antártida ingresaron a América por el Cabo de Hornos, desplazándose luego hacia la tierra del Fuego (suroeste chileno) y la Patagonia (sureste argentino).
✍ Dicho proceso migratorio pudo haber ocurrido hace 6000 a.C. aproximadamente.
✍ Ruta: Los australoides, luego de atravesar la Antártida ingresaron a América por el Cabo de Hornos, desplazándose luego hacia la tierra del Fuego (suroeste chileno) y la Patagonia (sureste argentino).
✍ Dicho proceso migratorio pudo haber ocurrido hace 6000 a.C. aproximadamente.
3. Fundamentación de la Teoría Australiana
Fundamentación de la Teoría Australiana: Para la elaboración de su teoría Mendes Correa planteó fundamentos geográficos, antroposomáticos, lingüística, cultural-etnológicos.
TEORÍA AUSTRALIANA | ||
---|---|---|
FUNDAMENTACIÓN
|
DESCRIPCIÓN
| |
GEOGRÁFICA
| Utilización de las islas oceánicas ubicadas al sur de Australia. | |
Islas oceánicas: Tasmania, Auckland, Campbell, Mc Quary. | ||
Las islas oceánicas sirvieron de puente natural para llegar a la Antártida. | ||
Al llegar a la Antártida, el hombre ingresa a América por el Cabo de Hornos. | ||
Luego de llegar al Cabo de Hornos, el hombre se desplaza hacia la Tierra del Fuego y la Patagonia. | ||
Se produce el “Optimun Climaticum”. | ||
“Optimun Climaticum”, mecanismo geográfico que posibilitó el hábitat y el posterior acceso al extremo sur del continente. | ||
ANTROPOSOMÁTICA
| Semejanzas raciales entre los australoides y los aborígenes del extremo sur de América (Fueguinos, patagones, tehuelches, alacalufes, etc). | |
Similitud en los grupos sanguíneos. | ||
Similar forma craneal dolicocéfala (alargada) | ||
Similar pilosidad corporal y facial abundante | ||
Similar cabellera: Cabellos negros rizados u ondulados. | ||
Resistencia al frío que poseen los grupos humanos de ambos lugares. | ||
Adaptabilidad a climas extremos. | ||
LINGÜÍSTICA
| Existencia de más de 93 palabras semejantes. | |
Semejanza entre los dialectos australianos y las lenguas aborígenes de América meridional. | ||
ETNOLÓGICA
| Utilización de objetos comunes. | |
Objetos comunes: Mantas de piel, chozas en forma de colmena, trenzado en espiral, armas arrojadizas (boomerang), hachas de piedra. | ||
Existencia de ritos ceremoniales religiosos. | ||
Uso del zumbador o chiringa. | ||
Zumbador: Instrumento musical para fines rituales funerarios. | ||
Desconocimiento de la cerámica y de la hamaca. |
TEORÍA OCEÁNICA
Teoría Oceánica
El antropólogo francés Paul Rivet, propuso una Teoría Oceánica, de origen múltiple del hombre americano, según la cual la población americana se llevó a cabo por cuatro oleadas migratorias denominadas de acuerdo a sus lugares de procedencia:
Elaboró su teoría con múltiples evidencias como: rasgos biofísicos (estatura, color de piel, etc.), datos culturales y datos lingüísticos, tanto de los asiáticos, como de los americanos y polinesios con el objetivo de encontrar correspondencias que le permitieran reconstruir las posibles rutas migratorias que habrían seguido los primeros hombres americanos. Sus críticos sostienen que fueron insuficientes los datos arqueológicos considerados.
Mongoloide
Los primeros en ingresar a América serían los asiáticos, a través del Estrecho de Bering; separados en el tiempo, los diversos grupos aportarían elementos pre-mongólicos y mongólicos propiamente dichos, evolucionando física y culturalmente en forma diferente.
Australianos
En segundo lugar, hicieron su arribo los elementos australianos, demostrado, según Rivet, por grandes similitudes físicas entre los cráneos de los patagones y de los australianos, del predominio del grupo sanguíneo 0 en ambos grupos y del común uso de producciones culturales como la cerámica, los mantos de pieles animales, las chozas circulares de ramas, el uso de troncos ahuecados como canoas, parecidas ceremonias religiosas, etc.
Pero es en el aspecto lingüístico donde Rivet pone mayor énfasis, demostrando que existen analogías entre las lenguas patagónico-fueguinas y las australianas, mencionando vocablos similares para los mismos objetos.
Las latitudes de Australia y la Patagonia difieren notablemente y por lo tanto, la inmigración australiana no pudo arribar directamente, sino que debió hacerlo por el norte o por el sur. Por el norte es poco probable, puesto que no hay huellas de su paso más allá del sur argentino, por lo que sólo resta la vía del sur, es decir la región magallánica. A esta conclusión arribó el portugués Mendes Correia, formulando la hipótesis de que los australianos llegaron a América sorteando el camino antártico.
La distancia entre Australia y el extremo sur de América se acorta si en lugar de navegar el océano en línea recta, se aprovecha un puente formado por las islas de Tasmania, Auckland, Campbell y otras para arribar a la Península Antártica y de ahí a las islas del Cabo de Hornos. Mendes Correia afirmaba que hace unos 8.000 años las condiciones climáticas favorables pudieron haber hecho posible tal recorrido y que la excepcional adaptación de los pueblos magallánicos a aquellas heladas regiones sería testimonio de una prolongada experiencia subantártica.
Melanesio-Malayo-Polinesio
La tercera oleada que arribó a América, según Rivet, aportó el elemento melanesio-malayo-polinesio, extendido en el Nuevo Mundo y que presenta mayores analogías antropológicas, culturales y lingüísticas.
Vale mencionar el tipo dolicocéfalo, común a algunos grupos indígenas americanos y melanesios; el predominio del grupo sanguíneo 0; el uso de armas comunes como el atlatl o propulsor, cerbatanas, mazos, arcos y hondas; la utilización de morteros de madera, redes, mosquiteros; la ejecución de instrumentos musicales como la trompeta de concha, la flauta de caña, el tambor de madera y membrana de cuero; idénticas técnicas de navegación con piraguas dobles, balsas de cañas; la preparación de bebidas alcohólicas con semillas, el cultivo de tubérculos como la batata; la amputación de los dedos en señal de luto, etc.
La posibilidad de contactos entre el mundo americano y el transpacífico se reforzaría con las piezas de cerámica halladas en Valdivia, Ecuador que tienen su similar en las elaboradas por la cultura Jomon (Japón). Además, las fuentes indígenas de Colombia, Ecuador y Perú hablan del arribo de extranjeros a sus costas. Incluso las crónicas incas mencionan la expedición del Inca Tupac Yupanqui a las islas occidentales que llevó al Tahuantinsuyo prisioneros de piel negra, oro y otros objetos que se conservaron en el Cuzco.
Thor Heyerdahl, afirmaba la teoría que los polinesios eran originarios del Nuevo Mundo. Para probar su teoría, se enfrascó en un exitoso viaje de América a la Polinesia en una nave, la Kon-Tiki, construida con materiales propios de los pueblos prehispánicos. Sus conclusiones se basaban en las diferencias notables entre los pueblos polinesios y sus vecinos melanesios, micronésicos, malayos y mongoles, diferencias que eran insignificantes con respecto a los grupos amerindios. Con estos elementos concluyó que los polinesios, diferentes de sus vecinos y culturalmente más afines a los pueblos americanos, necesariamente debieron salir del Nuevo Continente.
Esquimales
Penetrando por Beringia, representando la última oleada migratoria.
El antropólogo español, que estudió en Alemania, y se nacionalizó argentino Salvador Canals Frau, propone también una teoría de carácter múltiple con cuatro oleadas migratorias, clasificándola en cuatro tipos culturales:
- mongoloide
- australianos
- melanesio-malayo-polinesio
- esquimales
Elaboró su teoría con múltiples evidencias como: rasgos biofísicos (estatura, color de piel, etc.), datos culturales y datos lingüísticos, tanto de los asiáticos, como de los americanos y polinesios con el objetivo de encontrar correspondencias que le permitieran reconstruir las posibles rutas migratorias que habrían seguido los primeros hombres americanos. Sus críticos sostienen que fueron insuficientes los datos arqueológicos considerados.
Mongoloide
Los primeros en ingresar a América serían los asiáticos, a través del Estrecho de Bering; separados en el tiempo, los diversos grupos aportarían elementos pre-mongólicos y mongólicos propiamente dichos, evolucionando física y culturalmente en forma diferente.
Australianos
En segundo lugar, hicieron su arribo los elementos australianos, demostrado, según Rivet, por grandes similitudes físicas entre los cráneos de los patagones y de los australianos, del predominio del grupo sanguíneo 0 en ambos grupos y del común uso de producciones culturales como la cerámica, los mantos de pieles animales, las chozas circulares de ramas, el uso de troncos ahuecados como canoas, parecidas ceremonias religiosas, etc.
Pero es en el aspecto lingüístico donde Rivet pone mayor énfasis, demostrando que existen analogías entre las lenguas patagónico-fueguinas y las australianas, mencionando vocablos similares para los mismos objetos.
Las latitudes de Australia y la Patagonia difieren notablemente y por lo tanto, la inmigración australiana no pudo arribar directamente, sino que debió hacerlo por el norte o por el sur. Por el norte es poco probable, puesto que no hay huellas de su paso más allá del sur argentino, por lo que sólo resta la vía del sur, es decir la región magallánica. A esta conclusión arribó el portugués Mendes Correia, formulando la hipótesis de que los australianos llegaron a América sorteando el camino antártico.
La distancia entre Australia y el extremo sur de América se acorta si en lugar de navegar el océano en línea recta, se aprovecha un puente formado por las islas de Tasmania, Auckland, Campbell y otras para arribar a la Península Antártica y de ahí a las islas del Cabo de Hornos. Mendes Correia afirmaba que hace unos 8.000 años las condiciones climáticas favorables pudieron haber hecho posible tal recorrido y que la excepcional adaptación de los pueblos magallánicos a aquellas heladas regiones sería testimonio de una prolongada experiencia subantártica.
Melanesio-Malayo-Polinesio
La tercera oleada que arribó a América, según Rivet, aportó el elemento melanesio-malayo-polinesio, extendido en el Nuevo Mundo y que presenta mayores analogías antropológicas, culturales y lingüísticas.
Vale mencionar el tipo dolicocéfalo, común a algunos grupos indígenas americanos y melanesios; el predominio del grupo sanguíneo 0; el uso de armas comunes como el atlatl o propulsor, cerbatanas, mazos, arcos y hondas; la utilización de morteros de madera, redes, mosquiteros; la ejecución de instrumentos musicales como la trompeta de concha, la flauta de caña, el tambor de madera y membrana de cuero; idénticas técnicas de navegación con piraguas dobles, balsas de cañas; la preparación de bebidas alcohólicas con semillas, el cultivo de tubérculos como la batata; la amputación de los dedos en señal de luto, etc.
La posibilidad de contactos entre el mundo americano y el transpacífico se reforzaría con las piezas de cerámica halladas en Valdivia, Ecuador que tienen su similar en las elaboradas por la cultura Jomon (Japón). Además, las fuentes indígenas de Colombia, Ecuador y Perú hablan del arribo de extranjeros a sus costas. Incluso las crónicas incas mencionan la expedición del Inca Tupac Yupanqui a las islas occidentales que llevó al Tahuantinsuyo prisioneros de piel negra, oro y otros objetos que se conservaron en el Cuzco.
Thor Heyerdahl, afirmaba la teoría que los polinesios eran originarios del Nuevo Mundo. Para probar su teoría, se enfrascó en un exitoso viaje de América a la Polinesia en una nave, la Kon-Tiki, construida con materiales propios de los pueblos prehispánicos. Sus conclusiones se basaban en las diferencias notables entre los pueblos polinesios y sus vecinos melanesios, micronésicos, malayos y mongoles, diferencias que eran insignificantes con respecto a los grupos amerindios. Con estos elementos concluyó que los polinesios, diferentes de sus vecinos y culturalmente más afines a los pueblos americanos, necesariamente debieron salir del Nuevo Continente.
Esquimales
Penetrando por Beringia, representando la última oleada migratoria.
El antropólogo español, que estudió en Alemania, y se nacionalizó argentino Salvador Canals Frau, propone también una teoría de carácter múltiple con cuatro oleadas migratorias, clasificándola en cuatro tipos culturales:
- Bajas Culturas: Primera invasión paleolítica que entró por Beringia, y se extendió por América.
- Culturas Medias: Segunda oleada migratoria, procedente también de la Mongolia, a través de un grupo de canoeros mesolíticos que entró por las Islas Aleutianas.
- Altas Culturas Maya y Azteca: de nivel neolítico, procedía de la Melanesia y se asentó en Centroamérica
- Alta Cultura Inca: La cuarta corriente de nivel neolítico procedente del sureste asiático, que tomó el camino de las islas situadas entre Australia y Sudamérica, incluyendo la Isla de Pascua.
PROCESO DE OCUPACIÓN DE LA AMAZONIA
PROCESOS DE OCUPACIÓN
DE LA AMAZONIA
loS nómadaS amazóniCoS y Su HiStoria Santiago Mora1 p rimero hablaré de las hipótesis de poblamiento del continente. Espero generar un marco de referencia para contextualizar los tempranos cazadores-recolectores amazónicos. Un segundo paso será hablar sobre los cazadores-recolectores en Suramérica. Existen serios problemas, tanto teóricos como metodológicos, para entender el poblamiento de Suramérica si asumimos que está conectado con el poblamiento de Norteamérica. Los datos muestran incongruencias que son difíciles de explicar a la luz de los conocimientos que tenemos en el momento y con los marcos de referencia que usamos. Finalmente, voy a hablar sobre las hipótesis que intentan explicar el registro arqueológico de los cazadores y recolectores en la Amazonia; contamos con una serie de hipótesis sobre cómo estos cazadores-recolectores desarrollaron su existencia en esta región. Por último hablaré de los cazadores y recolectores de Peña Roja; este es un ejemplo arqueológico. Mi idea es vincular estas secciones moviéndome de lo general a lo particular. Para cerrar, presentaré unas conclusiones generales. los primeros habitantes americanos: hipótesis de poblamiento y algunos datos Como ustedes bien saben, las teorías que desarrollamos asumen que los primeros grupos humanos entraron al continente desplazándose por 1 Profesor del departamento de Antropología de St. Thomas University en Canadá. Antropólogo de la Universidad de los Andes, magíster de la Universidad de Florida, Gainesville, y doctor de la Universidad de Calgary. Especialista en arqueología. mora@stu.ca 42 | cátedra jorge eliécer gaitán | santiago mora un sector que hoy es parte de Alaska. Esto ocurrió en un tiempo ubicado entre doce mil y catorce mil años en el pasado, durante un periodo caracterizado por una fuerte glaciación la cual causó un congelamiento de las aguas y por tanto una merma en los niveles del mar. De este modo se generó una nueva geografía que posibilitó el tránsito entre Asia y América. Estos mismos cambios contribuyeron a la formación de un corredor que va paralelo a las montañas Rocosas en Estados Unidos y Canadá. Fue esta la oportunidad perfecta, teóricamente, para acceder al nuevo mundo. En teoría, hubo grupos de cazadores-recolectores, que eran cazadores especializados, que entrarían al continente persiguiendo grandes animales como mastodontes y megafauna en general. Una segunda hipótesis se basa en la idea de un desplazamiento costero. Supone que estos primeros ocupantes no tuvieron que entrar por el corredor paralelo a las Rocosas, sino que se desplazaron a lo largo de la costa. Esta hipótesis tiene un buen número de problemas, particularmente de carácter empírico. En efecto, dadas las condiciones actuales de los niveles del mar, la mayoría de los asentamientos arqueológicos correspondientes a esta ocupación estarían ubicados bajo el agua. Por ello resulta difícil comprobar su existencia. La aproximación empleada para “imaginar” el tipo de adaptación desarrollada, así como estos movimientos, se basa en el estudio de los grupos Inuit. El estudio de cómo los esquimales en Canadá y Estados Unidos se adaptan, y particularmente el análisis de la cacería de ballenas y borugas, es uno de los elementos fundamentales para entender esta posibilidad. En realidad, no contamos con datos arqueológicos empíricos muy sólidos para soportar esta hipótesis. Una tercera posibilidad para explicar el poblamiento de América se encuentra en el posible movimiento de grupos de cazadores y recolectores desde Europa. Las bases para edificar esta hipótesis se encuentran en el estudio comparativo de los materiales líticos de Norteamérica con algunos de los materiales líticos del centro de Europa, especialmente de las regiones del sur de Francia y norte de España. Al realizar estas comparaciones existen evidentes semejanzas en la técnica y producción de los artefactos líticos. Adicionalmente, tenemos datos genéticos que sugieren que hay conexiones entre poblaciones europeas y poblaciones del Nuevo Mundo, particularmente en Norteamérica. A pesar de ello, es extremadamente difícil explicar cómo se realizaron estas migraciones; si nos resulta difícil explicar los movimientos humanos durante la glaciación entre Alaska y Canadá, tenemos aún más problemas para ver estos migrantes llegando desde .
Europa. Se ha sugerido que pequeños grupos de cazadores, probablemente de ballenas, se pierden en el océano o empiezan a moverse entre bloques de hielo en diferentes sectores hasta alcanzar el Nuevo Mundo. De una u otra forma, estamos hablando de cerca de cinco mil o siete mil kilómetros, en algunos sectores, distancias que no son fáciles de transitar. Los datos arqueológicos que tenemos para Norteamérica sugieren que solo cerca de trece mil años antes del presente aparecen los humanos en el continente por primera vez. Esto crea otros problemas y limitaciones. Un problema adicional para entender la adaptación de estos grupos humanos es que, hace cerca de doce mil o trece mil años, es notoria una extinción drástica de animales en todo el continente; en la sección correspondiente a Norteamérica, la extinción de los mismos se asociaba a la aparición de los humanos. Obviamente los inmigrantes que entran al Nuevo Mundo encuentran especies animales que no han tenido contacto previo con los humanos, son un poco cándidas en su comportamiento en relación con los humanos y estos son cazadores eficientes, prestos a aprovechar esta gran ventaja. Es posible, entonces, que ello produjera una baja en la población de estas especies y posteriormente su extinción. Es importante tener en cuenta que en este momento también hay un cambio climático. Esto implica que hay variaciones en las condiciones ecológicas y por tanto dificultades para que estos animales puedan sobrevivir. Los proyectiles Clovis, característicos de los líticos tempranos de Norteamérica, constituyen un trabajo sumamente complejo en términos de su tecnología. Los retoques laterales y sus dimensiones contribuyen a hacerlos un instrumento ideal para matar un animal del tamaño de un elefante. La idea de cualquier grupo de cazadores es aislar la presa. Ustedes todos han visto en televisión que el propósito de un grupo de lobos o un grupo de cazadores prehistóricos es seleccionar una presa −uno de los miembros del grupo, posiblemente el más débil− y tratar de apartarla de la manada moviéndola hacia un sector donde no pueda escapar; una vez arrinconado, el animal debe ser derribado, cuando cae no tiene ninguna posibilidad de escapar. Instrumentos como los proyectiles Clovis permitirían, una vez seleccionado el animal, producir un sangrado consistente, lo cual implicaría que el animal se debilitara rápidamente. Posteriormente se podrían cortar los tendones de la parte posterior de la rodilla, si estamos hablando de un mastodonte, para derribarlo. Obviamente matar un animal de estos es una tarea muy exigente para un grupo de humanos, que implica la cooperación y la coordinación en la organización de las actividades. Una cosa curiosa 44 | cátedra jorge eliécer gaitán | santiago mora con estos instrumentos es que, a pesar de que se han encontrado en toda Norteamérica −su distribución llega hasta el sector de Panamá−, son pocas las asociaciones que se tienen con restos de mastodonte. Solo hay tres casos en que son claras e incontrovertibles las evidencias del uso de estos artefactos en la cacería de mastodontes. Posiblemente por ello las nuevas teorías están hablando más de un uso ritual de estos artefactos y una producción que tiene que ver con la representación de ellos mismos como cazadores. De forma humorística, uno de los especialistas estadounidenses en material lítico sugiere que probablemente los humanos mataron uno o dos de estos mastodontes, pero fue tan importante que hace dos mil años estamos hablando todavía del mismo tema: “¿recuerda el día que matamos el mastodonte?” Esa sería la tradición oral que estamos pasando nosotros, los arqueólogos. Un segundo tipo de proyectiles, que obviamente están conectados o derivados estilísticamente de Clovis, son los Folson. Explicar el uso de estos artefactos nos confronta con problemas semejantes a los anteriormente mencionados: pocas asociaciones con animales grandes; el tamaño de estos proyectiles implica que fueron empleados para cazar grandes animales. Se requiere de un instrumento grande para derribar un animal grande; eventualmente servirían para matar un caballo; con animales pequeños no tendrían función alguna. Otro problema son las ocupaciones tempranas de Suramérica. En Norteamérica existe un límite cronológico claro, trece mil años antes del presente, con una tecnología muy bien definida, caracterizada por estas puntas de proyectil gigantescas y tres hipótesis de posibles rutas que explican el poblamiento. En Suramérica las cosas son bien diferentes. La distribución de los sitios y los datos que de ellos tenemos presentan un panorama un poco más confuso y contradictorio con la información que tenemos para Norteamérica.
de los primeros habitantes amazónicos.
Hipótesis
En esta sección se estudiarán las ocupaciones amazónicas. Voy a mostrar cómo se producen los datos, cómo se crean las hipótesis y cómo nos aproximamos a los problemas a partir del material empírico. Para ello tenemos que partir del espacio geográfico. Al observar un mapa de las formas vegetales de Suramérica, el bosque amazónico tendría una distribución más amplia de la que en realidad presenta hoy en día; la selva cubriría la zona chocoana colombiana, Urabá y una parte de Panamá. Tenemos dos hipótesis predominantes en el estudio de los primeros grupos de nómadas en la selva amazónica.
loS nómadaS amazóniCoS y Su HiStoria Santiago Mora1 p rimero hablaré de las hipótesis de poblamiento del continente. Espero generar un marco de referencia para contextualizar los tempranos cazadores-recolectores amazónicos. Un segundo paso será hablar sobre los cazadores-recolectores en Suramérica. Existen serios problemas, tanto teóricos como metodológicos, para entender el poblamiento de Suramérica si asumimos que está conectado con el poblamiento de Norteamérica. Los datos muestran incongruencias que son difíciles de explicar a la luz de los conocimientos que tenemos en el momento y con los marcos de referencia que usamos. Finalmente, voy a hablar sobre las hipótesis que intentan explicar el registro arqueológico de los cazadores y recolectores en la Amazonia; contamos con una serie de hipótesis sobre cómo estos cazadores-recolectores desarrollaron su existencia en esta región. Por último hablaré de los cazadores y recolectores de Peña Roja; este es un ejemplo arqueológico. Mi idea es vincular estas secciones moviéndome de lo general a lo particular. Para cerrar, presentaré unas conclusiones generales. los primeros habitantes americanos: hipótesis de poblamiento y algunos datos Como ustedes bien saben, las teorías que desarrollamos asumen que los primeros grupos humanos entraron al continente desplazándose por 1 Profesor del departamento de Antropología de St. Thomas University en Canadá. Antropólogo de la Universidad de los Andes, magíster de la Universidad de Florida, Gainesville, y doctor de la Universidad de Calgary. Especialista en arqueología. mora@stu.ca 42 | cátedra jorge eliécer gaitán | santiago mora un sector que hoy es parte de Alaska. Esto ocurrió en un tiempo ubicado entre doce mil y catorce mil años en el pasado, durante un periodo caracterizado por una fuerte glaciación la cual causó un congelamiento de las aguas y por tanto una merma en los niveles del mar. De este modo se generó una nueva geografía que posibilitó el tránsito entre Asia y América. Estos mismos cambios contribuyeron a la formación de un corredor que va paralelo a las montañas Rocosas en Estados Unidos y Canadá. Fue esta la oportunidad perfecta, teóricamente, para acceder al nuevo mundo. En teoría, hubo grupos de cazadores-recolectores, que eran cazadores especializados, que entrarían al continente persiguiendo grandes animales como mastodontes y megafauna en general. Una segunda hipótesis se basa en la idea de un desplazamiento costero. Supone que estos primeros ocupantes no tuvieron que entrar por el corredor paralelo a las Rocosas, sino que se desplazaron a lo largo de la costa. Esta hipótesis tiene un buen número de problemas, particularmente de carácter empírico. En efecto, dadas las condiciones actuales de los niveles del mar, la mayoría de los asentamientos arqueológicos correspondientes a esta ocupación estarían ubicados bajo el agua. Por ello resulta difícil comprobar su existencia. La aproximación empleada para “imaginar” el tipo de adaptación desarrollada, así como estos movimientos, se basa en el estudio de los grupos Inuit. El estudio de cómo los esquimales en Canadá y Estados Unidos se adaptan, y particularmente el análisis de la cacería de ballenas y borugas, es uno de los elementos fundamentales para entender esta posibilidad. En realidad, no contamos con datos arqueológicos empíricos muy sólidos para soportar esta hipótesis. Una tercera posibilidad para explicar el poblamiento de América se encuentra en el posible movimiento de grupos de cazadores y recolectores desde Europa. Las bases para edificar esta hipótesis se encuentran en el estudio comparativo de los materiales líticos de Norteamérica con algunos de los materiales líticos del centro de Europa, especialmente de las regiones del sur de Francia y norte de España. Al realizar estas comparaciones existen evidentes semejanzas en la técnica y producción de los artefactos líticos. Adicionalmente, tenemos datos genéticos que sugieren que hay conexiones entre poblaciones europeas y poblaciones del Nuevo Mundo, particularmente en Norteamérica. A pesar de ello, es extremadamente difícil explicar cómo se realizaron estas migraciones; si nos resulta difícil explicar los movimientos humanos durante la glaciación entre Alaska y Canadá, tenemos aún más problemas para ver estos migrantes llegando desde .
Europa. Se ha sugerido que pequeños grupos de cazadores, probablemente de ballenas, se pierden en el océano o empiezan a moverse entre bloques de hielo en diferentes sectores hasta alcanzar el Nuevo Mundo. De una u otra forma, estamos hablando de cerca de cinco mil o siete mil kilómetros, en algunos sectores, distancias que no son fáciles de transitar. Los datos arqueológicos que tenemos para Norteamérica sugieren que solo cerca de trece mil años antes del presente aparecen los humanos en el continente por primera vez. Esto crea otros problemas y limitaciones. Un problema adicional para entender la adaptación de estos grupos humanos es que, hace cerca de doce mil o trece mil años, es notoria una extinción drástica de animales en todo el continente; en la sección correspondiente a Norteamérica, la extinción de los mismos se asociaba a la aparición de los humanos. Obviamente los inmigrantes que entran al Nuevo Mundo encuentran especies animales que no han tenido contacto previo con los humanos, son un poco cándidas en su comportamiento en relación con los humanos y estos son cazadores eficientes, prestos a aprovechar esta gran ventaja. Es posible, entonces, que ello produjera una baja en la población de estas especies y posteriormente su extinción. Es importante tener en cuenta que en este momento también hay un cambio climático. Esto implica que hay variaciones en las condiciones ecológicas y por tanto dificultades para que estos animales puedan sobrevivir. Los proyectiles Clovis, característicos de los líticos tempranos de Norteamérica, constituyen un trabajo sumamente complejo en términos de su tecnología. Los retoques laterales y sus dimensiones contribuyen a hacerlos un instrumento ideal para matar un animal del tamaño de un elefante. La idea de cualquier grupo de cazadores es aislar la presa. Ustedes todos han visto en televisión que el propósito de un grupo de lobos o un grupo de cazadores prehistóricos es seleccionar una presa −uno de los miembros del grupo, posiblemente el más débil− y tratar de apartarla de la manada moviéndola hacia un sector donde no pueda escapar; una vez arrinconado, el animal debe ser derribado, cuando cae no tiene ninguna posibilidad de escapar. Instrumentos como los proyectiles Clovis permitirían, una vez seleccionado el animal, producir un sangrado consistente, lo cual implicaría que el animal se debilitara rápidamente. Posteriormente se podrían cortar los tendones de la parte posterior de la rodilla, si estamos hablando de un mastodonte, para derribarlo. Obviamente matar un animal de estos es una tarea muy exigente para un grupo de humanos, que implica la cooperación y la coordinación en la organización de las actividades. Una cosa curiosa 44 | cátedra jorge eliécer gaitán | santiago mora con estos instrumentos es que, a pesar de que se han encontrado en toda Norteamérica −su distribución llega hasta el sector de Panamá−, son pocas las asociaciones que se tienen con restos de mastodonte. Solo hay tres casos en que son claras e incontrovertibles las evidencias del uso de estos artefactos en la cacería de mastodontes. Posiblemente por ello las nuevas teorías están hablando más de un uso ritual de estos artefactos y una producción que tiene que ver con la representación de ellos mismos como cazadores. De forma humorística, uno de los especialistas estadounidenses en material lítico sugiere que probablemente los humanos mataron uno o dos de estos mastodontes, pero fue tan importante que hace dos mil años estamos hablando todavía del mismo tema: “¿recuerda el día que matamos el mastodonte?” Esa sería la tradición oral que estamos pasando nosotros, los arqueólogos. Un segundo tipo de proyectiles, que obviamente están conectados o derivados estilísticamente de Clovis, son los Folson. Explicar el uso de estos artefactos nos confronta con problemas semejantes a los anteriormente mencionados: pocas asociaciones con animales grandes; el tamaño de estos proyectiles implica que fueron empleados para cazar grandes animales. Se requiere de un instrumento grande para derribar un animal grande; eventualmente servirían para matar un caballo; con animales pequeños no tendrían función alguna. Otro problema son las ocupaciones tempranas de Suramérica. En Norteamérica existe un límite cronológico claro, trece mil años antes del presente, con una tecnología muy bien definida, caracterizada por estas puntas de proyectil gigantescas y tres hipótesis de posibles rutas que explican el poblamiento. En Suramérica las cosas son bien diferentes. La distribución de los sitios y los datos que de ellos tenemos presentan un panorama un poco más confuso y contradictorio con la información que tenemos para Norteamérica.
de los primeros habitantes amazónicos.
Hipótesis
En esta sección se estudiarán las ocupaciones amazónicas. Voy a mostrar cómo se producen los datos, cómo se crean las hipótesis y cómo nos aproximamos a los problemas a partir del material empírico. Para ello tenemos que partir del espacio geográfico. Al observar un mapa de las formas vegetales de Suramérica, el bosque amazónico tendría una distribución más amplia de la que en realidad presenta hoy en día; la selva cubriría la zona chocoana colombiana, Urabá y una parte de Panamá. Tenemos dos hipótesis predominantes en el estudio de los primeros grupos de nómadas en la selva amazónica.
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